La ocupación en la vida diaria

Comenzamos nuestro post de hoy hablando de la ocupación en la vida diaria con una de nuestras queridas usuarias de Centro MovimienTOs. A partir de ahora, la llamaremos «M».

Queremos mostraros una serie de actividades propositivas. Actividades que siempre tienen una finalidad y significado. En el caso particular de «M», le están ayudando en el proceso de tratamiento para su deterioro físico y cognitivo propio de la edad que tiene. Ésto le está provocando que su desempeño de la ocupación en la vida diaria vaya menguando.

En la primera imagen que os mostramos a continuación, la actividad elegida por «M» para trabajar una de las actividades de la vida diaria(AVD), es el cocinar. En concreto eligió hacer un flan.

Aunque parezca mentira, el cocinar requiere de muchas habilidades tanto cognitivas como motoras. Una capacidad que podemos ir perdiendo con el paso del tiempo.

Para realizar dicha actividad tuvo que elegir entre diferentes postres, posteriormente preparó los utensilios e ingredientes que iba a necesitar y finalmente leyó el modo de preparación.

Para no provocar fatiga en el tronco y miembros superiores durante el proceso hizo pequeñas pausas en las que se sentaba. Y cuando se veía preparada se volvía a levantar. También hubo algunos ingredientes fueron añadidos en sedestación, es decir, sentada ya que eran más complejos y requería de habilidades mayores que podrían perjudicarle si lo realizaba en bipedestación, es decir, de pie.

Cabe mencionar que hacía «mucho mucho tiempo» ,como dijo ella, que no realizaba una tarea tan habitual como era el cocinar. Sin embargo, creí que sería bueno para «M», ya que al no tener ninguna ocupación en la vida cotidaina, puede sentir que su rol se «esfumó hace tiempo». Debido a ésto, podría ser favorecedor en el aspecto físico, cognitivo y emocional para ella, por lo que decidí proponérselo, a lo que contestó con un «me parece genial» casi sin pensarlo.

Me desplacé a su cocina (a su entorno real), donde realmente debemos actuar como terapeutas y surgió la magia… Los temblores que suele tener «M» disminuyeron, su memoria y concentración aumentaron y la fuerza de las manos también. Así como una amplia sonrisa en su cara y unas risas que amenizaron la mañana entre nosotras, fue la tónica del día.

He de decir, que hasta se atrevió a contarle a su familia los pasos que había tenido que realizar para hacerlo, y lo hizo de memoria (lo cual a ella misma le sorprendió el acordarse de todo). Por supuesto, que el flan salió bastante rico.

Por otro lado, la segunda imagen que veréis más abajo se trata de la actividad elegida por «M» otro día en su casa. En vistas del éxito de la actividad anterior.

En este caso «M» realizó otra actividad propositiva y motivacional como es la creación de jabones de colores con aroma a limón.

«M» me contaba que antes ella misma hacía jabón de lagarto con sosa caustica para uso particular y que con ello la ropa y demás quedaba como nueva. Pero una vez más su cara cambiaba al recordar que ya no lo podía realizar. Por este motivo se me ocurrió enseñarle cómo podríamos hacer jabones de una manera más sencilla pero también entretenida y útil.

Cómo os comentábamos en la otra actividad los temblores de «M» y la memoria de trabajo podían ser un inconveniente. Sin embargo, era eso precisamente lo que debíamos trabajar. De este modo, procedimos a apuntar los pasos a seguir, preparamos los materiales con los que trabajaríamos y lo llevamos acabo. Finalmente, conseguimos de nuevo los objetivos pautados y pudimos aportar una ocupación de la vida diaria en nuestra usuaria más adorable.